PREMIO ALFONSO IX
En agosto de 2014, el Ateneo Leonés concedía una mención de honor a una institución leonesa por su trabajo en pro de la identidad de nuestra tierra. Posteriormente, el viernes 30 de octubre de 2015 en asamblea general ordinaria, el Ateneo Leonés junto con el Instituto de Investigación y Estudios Leoneses "González de Lama", decidía crear un premio a través del cual se reconociera la labor de un personajes que haya destacado por su trayectoria personal o profesional en la promoción de la historia, cultura y/o tradiciones de León, efectuada a través de la investigación científica, la difusión rigurosa u otro medio encaminado a tal fin. Así mismo, se acordaba elevar la mención de honor otorgada anteriormente a Premio Alfonso IX, en su primera edición.
Con este fin, las juntas de gobierno de ambas instituciones se reúnen cada año para dilucidar entre los candidatos propuestos quién reúne los mayores méritos de una forma probada. Al elegido/a se le otorgará el Premio Alfonso IX. Este galardón no lleva implícita una remuneración económica, pero sí un reconocimiento social por parte de estas dos instituciones que promueven la labor investigativa de todo lo referente a nuestra provincia.
Con este fin, las juntas de gobierno de ambas instituciones se reúnen cada año para dilucidar entre los candidatos propuestos quién reúne los mayores méritos de una forma probada. Al elegido/a se le otorgará el Premio Alfonso IX. Este galardón no lleva implícita una remuneración económica, pero sí un reconocimiento social por parte de estas dos instituciones que promueven la labor investigativa de todo lo referente a nuestra provincia.
AÑO 2022: Premio Alfonso IX a la Asociación ProMonumenta
Fue fundada como asociación el 4 de junio de 1992 en el salón de actos del Colegio de «La Milagrosa» de León, bajo el nombre «Amigos del Patrimonio Cultural de León – Promonumenta». Su principal objetivo es atender el patrimonio más abandonado, cuidando de él a través de limpiezas (los llamados «trabajos de campo» o hacenderas) u otras acciones, como medio de concienciar a los ciudadanos y, por medio de estos, a las autoridades.
Han trabajado de manera sobresaliente en la limpieza y recuperación del Real Monasterio de Santa María de Sandoval. Publican una revista divulgativa sobre León denominada “Promonumenta”. Su afán por el patrimonio leonés les ha conducido a colaborar con numerosas instituciones y a ser reconocidos por medio de diferentes galardones.
Fue fundada como asociación el 4 de junio de 1992 en el salón de actos del Colegio de «La Milagrosa» de León, bajo el nombre «Amigos del Patrimonio Cultural de León – Promonumenta». Su principal objetivo es atender el patrimonio más abandonado, cuidando de él a través de limpiezas (los llamados «trabajos de campo» o hacenderas) u otras acciones, como medio de concienciar a los ciudadanos y, por medio de estos, a las autoridades.
Han trabajado de manera sobresaliente en la limpieza y recuperación del Real Monasterio de Santa María de Sandoval. Publican una revista divulgativa sobre León denominada “Promonumenta”. Su afán por el patrimonio leonés les ha conducido a colaborar con numerosas instituciones y a ser reconocidos por medio de diferentes galardones.
AÑO 2021: Premio Alfonso IX al Instituto Bíblico y Oriental en la persona de Jesús García Recio
Jesús García Recio nació en Aleje, en el municipio de Crémenes (León), el 25 de febrero de 1958. Desde muy niño manifestó un profundo interés por el estudio de las civilizaciones del Oriente antiguo, de la Biblia y de las lenguas orientales. A los 17 años se trasladó a Madrid donde encontró a su gran maestro Alejandro Díez Macho, profesor de las lenguas hebrea y aramea en la Universidad Complutense de Madrid.
En 1987 fue ordenado sacerdote, al tiempo que se licenció en Teología. En 1988 se licenció en Filología Semítica y se doctoró cuatro años más tarde en dicha materia. En 1989 se licenció en Ciencias Bíblicas por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma.
Continuó su formación en el estudio de la Biblia como discípulo del profesor Ángel Garrido Herrero; también del profesor A. Finet de la Universidad Libre de Bruselas, en el estudio de la lengua Acadia; discípulo del Profesor J. Bottéro de la Escuela de Altos Estudios de la Sorbona (París), en el estudio de la religión Mesopotámica; y discípulo colaborador distinguido del Profesor J.J.A. Van Dijk en Ámsterdam, en el estudio de la lengua Sumeria.
Este eminente asiriólogo holandés quien, a su fallecimiento, lega a Jesús García Recio los fondos bibliográficos y museísticos. García Recio desoyó la oferta multimillonaria de una universidad americana y los donó a la Fundación Instituto Bíblico y Oriental para la promoción de los estudios Bíblicos y Orientales en la ciudad de León, que se convierte así en referente internacional en esta materia. Es el director de este Instituto que ha desarrollado una importante labor en León y Cistierna.
Es conocedor profundo de los idiomas sumerio, acadio, ugarítico, egipcio, fenicio, hebreo, arameo, siríaco, árabe, griego y latín.
Ha sido profesor en diversas Universidades: Madrid o Salamanca y Roma.
Jesús García Recio nació en Aleje, en el municipio de Crémenes (León), el 25 de febrero de 1958. Desde muy niño manifestó un profundo interés por el estudio de las civilizaciones del Oriente antiguo, de la Biblia y de las lenguas orientales. A los 17 años se trasladó a Madrid donde encontró a su gran maestro Alejandro Díez Macho, profesor de las lenguas hebrea y aramea en la Universidad Complutense de Madrid.
En 1987 fue ordenado sacerdote, al tiempo que se licenció en Teología. En 1988 se licenció en Filología Semítica y se doctoró cuatro años más tarde en dicha materia. En 1989 se licenció en Ciencias Bíblicas por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma.
Continuó su formación en el estudio de la Biblia como discípulo del profesor Ángel Garrido Herrero; también del profesor A. Finet de la Universidad Libre de Bruselas, en el estudio de la lengua Acadia; discípulo del Profesor J. Bottéro de la Escuela de Altos Estudios de la Sorbona (París), en el estudio de la religión Mesopotámica; y discípulo colaborador distinguido del Profesor J.J.A. Van Dijk en Ámsterdam, en el estudio de la lengua Sumeria.
Este eminente asiriólogo holandés quien, a su fallecimiento, lega a Jesús García Recio los fondos bibliográficos y museísticos. García Recio desoyó la oferta multimillonaria de una universidad americana y los donó a la Fundación Instituto Bíblico y Oriental para la promoción de los estudios Bíblicos y Orientales en la ciudad de León, que se convierte así en referente internacional en esta materia. Es el director de este Instituto que ha desarrollado una importante labor en León y Cistierna.
Es conocedor profundo de los idiomas sumerio, acadio, ugarítico, egipcio, fenicio, hebreo, arameo, siríaco, árabe, griego y latín.
Ha sido profesor en diversas Universidades: Madrid o Salamanca y Roma.
AÑO 2020: Premio Alfonso IX a la Asociación RAIGAÑU
La Asociación Cultural Raigañu es creada en 1996 con el fin de promocional las tradiciones leonesas, concretando este objetivo en la recuperación de la Fiesta de las Comarcas Leonesas, que logró promocionar entre los concursos y exposiciones cosas como la música y los valores leoneses. Esta fiesta desapareció en 1968 con su última edición, hasta que en 1997 la Asociación Raigañu la recuperó promoviendo varias ediciones a posteriori: Las Ventas de Albares, Carracedelo, San Miguel del Camino, San Pedro de las Dueñas del Páramo, Brañuelas, La Virgen del Camino. Asimismo ha promovido la cultura leonesa a través de diferentes jornadas, conferencias, o cursos, como el del bolo leonés.
Desde el año 2005 ha asumido un compromiso singular con la recuperación del Ramo Leonés, y así ha colaborado en diferentes concursos sobre el adorno del ramo, organizados por ayuntamientos. También ha organizado exposiciones sobre esta tradición, ha inspirado filandones, publicado librillos y patrocinado hasta la elaboración de réplicas de ramos antiguos de la provincia.
La Asociación Cultural Raigañu es creada en 1996 con el fin de promocional las tradiciones leonesas, concretando este objetivo en la recuperación de la Fiesta de las Comarcas Leonesas, que logró promocionar entre los concursos y exposiciones cosas como la música y los valores leoneses. Esta fiesta desapareció en 1968 con su última edición, hasta que en 1997 la Asociación Raigañu la recuperó promoviendo varias ediciones a posteriori: Las Ventas de Albares, Carracedelo, San Miguel del Camino, San Pedro de las Dueñas del Páramo, Brañuelas, La Virgen del Camino. Asimismo ha promovido la cultura leonesa a través de diferentes jornadas, conferencias, o cursos, como el del bolo leonés.
Desde el año 2005 ha asumido un compromiso singular con la recuperación del Ramo Leonés, y así ha colaborado en diferentes concursos sobre el adorno del ramo, organizados por ayuntamientos. También ha organizado exposiciones sobre esta tradición, ha inspirado filandones, publicado librillos y patrocinado hasta la elaboración de réplicas de ramos antiguos de la provincia.
AÑO 2019: Premio Alfonso IX a Janick Le Men por su trabajo en la conservación del léxico leonés.
Janick Le Men nació en 1950 en Tréguier (Bretaña). Comenzó sus estudios de Filología Francesa en Bretaña y París. En 1973 encontró trabajo en la Alianza Francesa de Oviedo, donde estuvo hasta 1984, año en que vino a León para formar su familia. Asentada en nuestra tierra inicia estudios de Filología Hispánica. Con una beca de la Diputación de León, inicia su tesis doctoral sobre el léxico leonés, lo que le suponía la recopilación, organización y sistematización de los materiales existentes sobre el léxico del área leonesa durante los últimos 150 años. En 1996 leyó su tesis. Tras ello, comenzó su labor docente en la Universidad de león que compaginó con la investigativa, fruto de la cual es su monumental diccionario sobre el leonés. El primer tomo de esta obra de más de 4.000 páginas se publicó en 2002 (letras A-B), tras diez años de esfuerzo ímprobo. Y el sexto y último (letras R-Z) en 2012.
Janick Le Men nació en 1950 en Tréguier (Bretaña). Comenzó sus estudios de Filología Francesa en Bretaña y París. En 1973 encontró trabajo en la Alianza Francesa de Oviedo, donde estuvo hasta 1984, año en que vino a León para formar su familia. Asentada en nuestra tierra inicia estudios de Filología Hispánica. Con una beca de la Diputación de León, inicia su tesis doctoral sobre el léxico leonés, lo que le suponía la recopilación, organización y sistematización de los materiales existentes sobre el léxico del área leonesa durante los últimos 150 años. En 1996 leyó su tesis. Tras ello, comenzó su labor docente en la Universidad de león que compaginó con la investigativa, fruto de la cual es su monumental diccionario sobre el leonés. El primer tomo de esta obra de más de 4.000 páginas se publicó en 2002 (letras A-B), tras diez años de esfuerzo ímprobo. Y el sexto y último (letras R-Z) en 2012.
AÑO 2018: Premio Alfonso IX a la ASOCIACIÓN DE PENDONES DEL REINO DE LEÓN, por la difusión y cuidado de la cultura que gira en torno a los pendones concejiles, además del relevante papel que ha tenido en la reciente declaración de estos como Bien de Interés Cultural.
La Asociación de Pendones del Reino de León fue constituida a finales del año 2004. Su origen se remonta, fundamentalmente, a la celebración de la Romería de Pendones de las Comarcas Leonesas a Santiago, con motivo del Año Santo Compostelano de 2004, celebración que dio una muestra de lo que puede significar la presencia de estos elementos de nuestra tradición en actos que trascienden sus ámbitos más reservados y entrañables.Los fines que persigue la Asociación se concretan, tal como consta en el Art. 3º de sus Estatutos, en actividades sociales, culturales y recreativas que se desarrollarán vinculadas a la recuperación, conservación, manifestación y difusión de los Pendones Leoneses, como significados elementos que integran el patrimonio de León y representan la identidad de esta tierra.
El 11 de abril de 2011, gracias a la labor discreta y eficaz de esta Asociación, ayudada de otras instituciones y personas, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobaba en su reunión la declaración de los pendones concejiles del antiguo Reino de León como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial, al considerar que «constituyen un sistema de alto valor patrimonial caracterizado por la interdependencia de valores tangibles e intangibles y que abarca una serie de manifestaciones y rituales religiosos y festivos, dotados de un espíritu y esencia, transmitidos, sin apenas interrupción, como seña de identidad, de generación en generación, hasta nuestros días». Los pendones concejiles representan una tradición ancestral de hondo significado cultural, ligada a celebraciones de carácter festivo y religioso.
La Asociación de Pendones del Reino de León fue constituida a finales del año 2004. Su origen se remonta, fundamentalmente, a la celebración de la Romería de Pendones de las Comarcas Leonesas a Santiago, con motivo del Año Santo Compostelano de 2004, celebración que dio una muestra de lo que puede significar la presencia de estos elementos de nuestra tradición en actos que trascienden sus ámbitos más reservados y entrañables.Los fines que persigue la Asociación se concretan, tal como consta en el Art. 3º de sus Estatutos, en actividades sociales, culturales y recreativas que se desarrollarán vinculadas a la recuperación, conservación, manifestación y difusión de los Pendones Leoneses, como significados elementos que integran el patrimonio de León y representan la identidad de esta tierra.
El 11 de abril de 2011, gracias a la labor discreta y eficaz de esta Asociación, ayudada de otras instituciones y personas, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobaba en su reunión la declaración de los pendones concejiles del antiguo Reino de León como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial, al considerar que «constituyen un sistema de alto valor patrimonial caracterizado por la interdependencia de valores tangibles e intangibles y que abarca una serie de manifestaciones y rituales religiosos y festivos, dotados de un espíritu y esencia, transmitidos, sin apenas interrupción, como seña de identidad, de generación en generación, hasta nuestros días». Los pendones concejiles representan una tradición ancestral de hondo significado cultural, ligada a celebraciones de carácter festivo y religioso.
AÑO 2017: Premio Alfonso IX a D. MÁXIMO GÓMEZ RASCÓN, por toda una vida dedicada a la preservación y difusión del patrimonio artístico y cultural de la Diócesis de León que ejemplifica una vocación de entrega a los demás.
D. Máximo Gómez Rascón es natural de la Mata de Moteagudo. Allí nació el 14 de abril de 1941. Cursó sus estudios eclesiásticos en nuestros seminarios diocesanos (en el Menor de San Isidoro y en el Mayor de San Froilán) siendo ordenado sacerdote el día 12 de junio de 1965. Tras un breve paso por la parroquia de Valderas, de la que fue coadjutor, es nombrado administrador de los seminarios. Desde el año 1970 es miembro del Cabildo de nuestra Catedral.
Como todos sabemos, su recorrido vital y ministerial ha estado siempre especialmente vinculado al mundo del arte y del patrimonio. Creo poder decir que lo ha estado por vocación, por formación y por dedicación. En su currículum podemos contar dos cursos de restauración por el Instituto Central de Restauración de Madrid, una licenciatura en historia del arte por la Universidad de Oviedo; una diplomatura en historia del arte religioso por la universidad de Salamanca y un curso de museología organizado por el Ministerio de Cultura. Lleva desempeñando el cargo de Delegado Diocesano de Patrimonio la friolera de 47 años. También es presidente de la asociación nacional de Museos eclesiásticos, miembro del secretariado de la comisión episcopal para el patrimonio cultural y representante del Obispado en la Comisión Territorial de Patrimonio.
Sus labores de investigación y de catalogación han dado lugar a numerosas publicaciones. Muchas de ellas dedicadas a divulgar el patrimonio artístico de nuestra catedral y de la diócesis. Algunos de sus títulos son: Museos de la Catedral de León, León 2017; Infancia de Jesús en la Catedral de León, León 2006; Iconografía de “La Piedad” en la Diócesis de León, León 2006; Pantocrator y Siervo, León 2003; Catedral de León : las vidrieras. I, Análisis temático, León 2000; La Catedral de León. Cristal y fe, León, León 1998; Teotókos, vírgenes medievales de la diócesis de León, León 1996; El coro de la Catedral de León, León 1994; Museos eclesiásticos de Castilla y León, Valladolid 1986; Las Vidrieras, Museo Catedralicio-Diocesano de León, León 1983.
De él podemos decir además que es una persona humilde, silenciosa, virtud propia de los sabios. Una modestia que le ha conducido a no hacer nunca alarde de una de sus más desconocidas facetas, la de poeta. El mismo G. de Lama, maestro de insignes poetas y literatos, reconocía que en los versos del entonces niño Máximo se encondía la potencia de un poeta.
Su encomiable trabajo en aras de la conservación y la divulgación del arte sacro ha sido reconocido con varios premios. El Ateneo Leonés y el Instituto de Investigación y Estudios Leoneses “González de Lama” reunidos en sesión ordinaria el 29 de septiembre de 2017 decidían conceder el Premio Alfonso IX de 2017 a la persona de D, Máximo Gómez Rascón por toda una vida dedicada a la preservación y difusión del patrimonio artístico y cultural de la Diócesis de León que ejemplifica una vocación de entrega a los demás.
D. Máximo Gómez Rascón es natural de la Mata de Moteagudo. Allí nació el 14 de abril de 1941. Cursó sus estudios eclesiásticos en nuestros seminarios diocesanos (en el Menor de San Isidoro y en el Mayor de San Froilán) siendo ordenado sacerdote el día 12 de junio de 1965. Tras un breve paso por la parroquia de Valderas, de la que fue coadjutor, es nombrado administrador de los seminarios. Desde el año 1970 es miembro del Cabildo de nuestra Catedral.
Como todos sabemos, su recorrido vital y ministerial ha estado siempre especialmente vinculado al mundo del arte y del patrimonio. Creo poder decir que lo ha estado por vocación, por formación y por dedicación. En su currículum podemos contar dos cursos de restauración por el Instituto Central de Restauración de Madrid, una licenciatura en historia del arte por la Universidad de Oviedo; una diplomatura en historia del arte religioso por la universidad de Salamanca y un curso de museología organizado por el Ministerio de Cultura. Lleva desempeñando el cargo de Delegado Diocesano de Patrimonio la friolera de 47 años. También es presidente de la asociación nacional de Museos eclesiásticos, miembro del secretariado de la comisión episcopal para el patrimonio cultural y representante del Obispado en la Comisión Territorial de Patrimonio.
Sus labores de investigación y de catalogación han dado lugar a numerosas publicaciones. Muchas de ellas dedicadas a divulgar el patrimonio artístico de nuestra catedral y de la diócesis. Algunos de sus títulos son: Museos de la Catedral de León, León 2017; Infancia de Jesús en la Catedral de León, León 2006; Iconografía de “La Piedad” en la Diócesis de León, León 2006; Pantocrator y Siervo, León 2003; Catedral de León : las vidrieras. I, Análisis temático, León 2000; La Catedral de León. Cristal y fe, León, León 1998; Teotókos, vírgenes medievales de la diócesis de León, León 1996; El coro de la Catedral de León, León 1994; Museos eclesiásticos de Castilla y León, Valladolid 1986; Las Vidrieras, Museo Catedralicio-Diocesano de León, León 1983.
De él podemos decir además que es una persona humilde, silenciosa, virtud propia de los sabios. Una modestia que le ha conducido a no hacer nunca alarde de una de sus más desconocidas facetas, la de poeta. El mismo G. de Lama, maestro de insignes poetas y literatos, reconocía que en los versos del entonces niño Máximo se encondía la potencia de un poeta.
Su encomiable trabajo en aras de la conservación y la divulgación del arte sacro ha sido reconocido con varios premios. El Ateneo Leonés y el Instituto de Investigación y Estudios Leoneses “González de Lama” reunidos en sesión ordinaria el 29 de septiembre de 2017 decidían conceder el Premio Alfonso IX de 2017 a la persona de D, Máximo Gómez Rascón por toda una vida dedicada a la preservación y difusión del patrimonio artístico y cultural de la Diócesis de León que ejemplifica una vocación de entrega a los demás.
AÑO 2016: Premio Alfonso IX al P. EUTIMIO MARTINO REDONDO por una vida dedicada al estudio y difusión de la historia de León y sus comarcas, con un espíritu generoso y lleno de valores.
Nace en Vierdes el 5 de mayo de 1925. Tras recibir los conocimientos básicos en la escuela de su pueblo natal, con doce años ingresa en el colegio que la Orden tenía en el Monasterio de San Zoilo, en Carrión de los Condes, formación que continúa en el de San Estanislao, en Salamanca, hasta 1947. Durante este período, además de su ordenación como sacerdote. En 1950, se licencia en filosofía en la Universidad Pontificia de Comillas, y entre 1953 y 1957, además de perfeccionar el alemán y el francés, se licencia en teología en la Universidad de Fráncfort. Posteriormente, y para perfeccionar el inglés, reside en Dublín hasta 1958, año en que se traslada a París para estudiar filosofía y literatura.
De regreso a España, comienza a impartir humanidades en la Universidad Pontificia de Comillas, donde funda Cuaderno de Humanidades. Al trasladarse la universidad de Comillas a Madrid, Eutimio decide doctorarse en la Universidad Complutense con una tesis sobre filosofía.
Como catedrático de Filosofía en Comillas entre 1968 y 1982, enseña, entre otras materias, latín en la facultad de Filosofía y Letras. Asimismo, y durante varios cursos de la década de 1970, imparte clases de lengua española en el COU-Intercolegial San José, en León.
Tras su etapa en Madrid, en 1982 se traslada al colegio de la Compañía de Jesús en León, para enseñar filosofía. Desde el curso 2007-2008, Martino está al frente de la recién creada cátedra de Historia del Instituto Bíblico y Oriental de León.
Desde el 1 de septiembre de 2012, reside en la Casa de Ejercicios San Luis, que la Orden tiene en Villagarcía de Campos. El 31 de diciembre del 2016 recibe el Premio Alfonso IX del Ateneo Leonés, que recoge en un acto solemne el 24 de febrero del 2017.
Nace en Vierdes el 5 de mayo de 1925. Tras recibir los conocimientos básicos en la escuela de su pueblo natal, con doce años ingresa en el colegio que la Orden tenía en el Monasterio de San Zoilo, en Carrión de los Condes, formación que continúa en el de San Estanislao, en Salamanca, hasta 1947. Durante este período, además de su ordenación como sacerdote. En 1950, se licencia en filosofía en la Universidad Pontificia de Comillas, y entre 1953 y 1957, además de perfeccionar el alemán y el francés, se licencia en teología en la Universidad de Fráncfort. Posteriormente, y para perfeccionar el inglés, reside en Dublín hasta 1958, año en que se traslada a París para estudiar filosofía y literatura.
De regreso a España, comienza a impartir humanidades en la Universidad Pontificia de Comillas, donde funda Cuaderno de Humanidades. Al trasladarse la universidad de Comillas a Madrid, Eutimio decide doctorarse en la Universidad Complutense con una tesis sobre filosofía.
Como catedrático de Filosofía en Comillas entre 1968 y 1982, enseña, entre otras materias, latín en la facultad de Filosofía y Letras. Asimismo, y durante varios cursos de la década de 1970, imparte clases de lengua española en el COU-Intercolegial San José, en León.
Tras su etapa en Madrid, en 1982 se traslada al colegio de la Compañía de Jesús en León, para enseñar filosofía. Desde el curso 2007-2008, Martino está al frente de la recién creada cátedra de Historia del Instituto Bíblico y Oriental de León.
Desde el 1 de septiembre de 2012, reside en la Casa de Ejercicios San Luis, que la Orden tiene en Villagarcía de Campos. El 31 de diciembre del 2016 recibe el Premio Alfonso IX del Ateneo Leonés, que recoge en un acto solemne el 24 de febrero del 2017.
AÑO 2015: Premio Alfonso IX para DÑA. CONCHA CASADO LOBATO por su muy destacada contribución al estudio y divulgación del patrimonio, cultura tradicional y etnografía de la provincia de León
Su larga trayectoria profesional se inició tras cursar en Madrid la carrera de Filosofía y Letras para a continuación desarrollar su labor investigadora y de difusión en etnografía en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Casado se doctoró a finales de los años 40 con la tesis "El habla de La Cabrera", dirigida por conocido lingüista Dámaso Alonso, con el que formó equipo en el CSIC en el departamento de Etnografía del Centro.
Tras su jubilación regreso a León donde desarrolló una intensa labor a favor del patrimonio cultural y artesano de las población convirtiéndose en la impulsora de varios museos en los que se exhiben artes y artesanías tradicionales, entre ellos el Batán Museo de Val de San Lorezo y el de la alfarería de Jiménez de Jamuz. Una labor que compaginó con numerosas publicaciones y con una defensa del patrimonio monumental y del arte popular de las áreas rurales leonesas.
Su trayectoria le ha valido numerosos premios, entre ellos el de Leonés del Año en 1989, convirtiéndose en la primera mujer que recibía este galardón; Premio Castilla y León de Conservación del Patrimonio en 2009 o la Medalla de Oro de la Provincia concedida por la Diputación en 2012. Además, es hija adoptiva de los la comarca de La Cabrera, de la que siempre mantuvo lazos familiares y sentimentales, así como del Ayuntamiento de Carrizo de la Ribera. Unos reconocimientos que han seguido durante los últimos años de su vida con el Premio de la Clínica San Francisco y finalmente el Premio Alfonso IX en el año 2015.
Falleció en su querido León el 22 de agosto de 2016 a los 96 años de edad.
Su larga trayectoria profesional se inició tras cursar en Madrid la carrera de Filosofía y Letras para a continuación desarrollar su labor investigadora y de difusión en etnografía en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Casado se doctoró a finales de los años 40 con la tesis "El habla de La Cabrera", dirigida por conocido lingüista Dámaso Alonso, con el que formó equipo en el CSIC en el departamento de Etnografía del Centro.
Tras su jubilación regreso a León donde desarrolló una intensa labor a favor del patrimonio cultural y artesano de las población convirtiéndose en la impulsora de varios museos en los que se exhiben artes y artesanías tradicionales, entre ellos el Batán Museo de Val de San Lorezo y el de la alfarería de Jiménez de Jamuz. Una labor que compaginó con numerosas publicaciones y con una defensa del patrimonio monumental y del arte popular de las áreas rurales leonesas.
Su trayectoria le ha valido numerosos premios, entre ellos el de Leonés del Año en 1989, convirtiéndose en la primera mujer que recibía este galardón; Premio Castilla y León de Conservación del Patrimonio en 2009 o la Medalla de Oro de la Provincia concedida por la Diputación en 2012. Además, es hija adoptiva de los la comarca de La Cabrera, de la que siempre mantuvo lazos familiares y sentimentales, así como del Ayuntamiento de Carrizo de la Ribera. Unos reconocimientos que han seguido durante los últimos años de su vida con el Premio de la Clínica San Francisco y finalmente el Premio Alfonso IX en el año 2015.
Falleció en su querido León el 22 de agosto de 2016 a los 96 años de edad.
AÑO 2014: Premio Alfonso IX a la COLONIA LEONESA EN CUBA por su esfuerzo en conservar la identidad leonesa en medio de una situación social difícil.
A principios del pasado siglo existía en La Habana el Centro Castellano, cuyo núcleo más numeroso era el formado por leoneses, tan dados a la emigración americana, sobre todo en la primera mitad de la centuria, con especial querencia por Argentina, Cuba, México y Brasil. Un grupo de leoneses fue precisamente el que encabezó la creación de sociedades provinciales en la capital cubana. Para ello se creó una comisión gestora que había de encargarse de difundir la idea de una asociación leonesa que tendría fundamentalmente carácter benéfico y recreativo.
El 29 de julio de 1914 se creó la Colonia Leonesa de Cuba, con sede en la capital. Unos días antes se celebró una romería leonesa, con un desfile por varias calles de La Habana, una misa de campaña para bendecir el estandarte enviado por la Diputación, expuesto aún con mimo y preferencia en la sede actual. Después del banquete, un corro de lucha leonesa cerró la jornada. La prensa cubana y leonesa cubrieron con generosidad la noticia.
Es verdad que durante un año hubo dos asociaciones leonesas. Pero en junio de 1915 estaban ya unificadas y con el firme propósito de convertirla en una pujante sociedad recreativa y benéfica que, sobre todo, mantuviese el contacto entre leoneses y descendientes que residían en la isla. «Tenía como especial finalidad facilitar algunas actividades recreativas y culturales y, de manera muy particular, prestar ayuda moral y material a los socios que por enfermedad o indigencia la precisen». Y desarrollar la vinculación con la provincia y contribuir a difundir, enaltecer y honrar cuanto estuviese relacionado con ella.
El 3 de septiembre, en la celebración del 100 aniversario de la Colonia Leonesa en Cuba, varias asociaciones rindieron homenaje a esta institución. El Ateneo Leonés concedió a la Colonia Leonesa en Cuba una mención que posteriormente, tras la creación del Premio Alfonso IX, fue elavada a tal categoría.
A principios del pasado siglo existía en La Habana el Centro Castellano, cuyo núcleo más numeroso era el formado por leoneses, tan dados a la emigración americana, sobre todo en la primera mitad de la centuria, con especial querencia por Argentina, Cuba, México y Brasil. Un grupo de leoneses fue precisamente el que encabezó la creación de sociedades provinciales en la capital cubana. Para ello se creó una comisión gestora que había de encargarse de difundir la idea de una asociación leonesa que tendría fundamentalmente carácter benéfico y recreativo.
El 29 de julio de 1914 se creó la Colonia Leonesa de Cuba, con sede en la capital. Unos días antes se celebró una romería leonesa, con un desfile por varias calles de La Habana, una misa de campaña para bendecir el estandarte enviado por la Diputación, expuesto aún con mimo y preferencia en la sede actual. Después del banquete, un corro de lucha leonesa cerró la jornada. La prensa cubana y leonesa cubrieron con generosidad la noticia.
Es verdad que durante un año hubo dos asociaciones leonesas. Pero en junio de 1915 estaban ya unificadas y con el firme propósito de convertirla en una pujante sociedad recreativa y benéfica que, sobre todo, mantuviese el contacto entre leoneses y descendientes que residían en la isla. «Tenía como especial finalidad facilitar algunas actividades recreativas y culturales y, de manera muy particular, prestar ayuda moral y material a los socios que por enfermedad o indigencia la precisen». Y desarrollar la vinculación con la provincia y contribuir a difundir, enaltecer y honrar cuanto estuviese relacionado con ella.
El 3 de septiembre, en la celebración del 100 aniversario de la Colonia Leonesa en Cuba, varias asociaciones rindieron homenaje a esta institución. El Ateneo Leonés concedió a la Colonia Leonesa en Cuba una mención que posteriormente, tras la creación del Premio Alfonso IX, fue elavada a tal categoría.